Es por eso utilizamos las técnicas más avanzadas de los Maestros Chocolateros, aplicándolas a cacao seleccionado desde las primeras fases de transformación hasta el moldeado final del chocolate. En este proceso suprimimos cualquier sabor, como el de la vainilla, que puedan interferir con el sabor único que, para nosotros, debe tener un chocolate: el sabor a chocolate. Aunque la pureza y el sabor sean importantes para la gran experiencia que prometemos, Casa Grande no se detiene ahí. Tenemos una estricta política de respeto a las personas y al planeta. Así, luchamos contra el trabajo infantil, la explotación de los trabajadores, los agricultores y de sus familias. La preservación de los bosques también es una preocupación, lo que finalmente nos llevó a abolir el uso de aceite de palma en nuestros productos. Calidad, responsabilidad y por supuesto, un sabor puro y delicioso. Todo lo que siempre has buscado en un chocolate lo puedes encontrar ahora en Casa Grande.
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